MORTON FELDMAN
- PATTERNS IN
A CHROMATIC FIELD

La alteración del estado de conciencia es una herramienta importante, útil para aquellos que saben estimular los sentidos para activar la mente directamente.

Hoy ya no necesitamos chamanes y sacerdotes. La música también puede usar estas poderosas herramientas.

Al escuchar patrones repetitivos de sonido y ritmo, podemos entrar en un estado de trance. Esto depende del tipo de música que escuchemos y también de cómo nos abrimos a ella personalmente. Estar en un estado de trance es natural para nuestro propio ser pero la mayoría de nosotros ni siquiera somos conscientes cuando entramos en él. Cualquier cosa puede desencadenar tal estado; a menudo ocurre varias veces en nuestra vida cotidiana.

Si hablamos de música que induce al trance, Morton Feldman (1926-1987) es el maestro, llevando este arte a cotas desconocidas. Como estudiante de John Cage, siempre buscaba un tipo de música “pura”, tan “verdadera” como fuera posible, sin añadidos como teatro o modas y expresiones. Si todos los extras se dejan de lado, ¿qué quedará? Quizás solo sonido y tiempo. La relación del sonido y el tiempo con la mente humana Feldman la llamó “Memoria Básica”. Cualquier tipo de comprensión musical funciona a través de la memoria. Cuando comparamos dos fragmentos similares al escucharlos, el primero será puramente desconocido y, por lo tanto, ajeno y desconectado. Pero tan pronto como escuchamos el segundo fragmento, recordamos el primero. Nuestra mente conecta ambos y hace una especie de “mapa mental”.

Según Feldman, esto sucede todo el tiempo. Cada vez que sucede algo (musicalmente hablando), correlacionamos y creamos un tipo de orientación acústica que nos permite navegar por el mundo de la música.

Para Feldman, crear esta conexión era más importante que discutirlo. Al escuchar su música, podemos escuchar diferentes módulos sonoros, siempre muy refinados, muy vivos, repitiéndose una y otra vez… pero al mismo tiempo siempre cambiando ligeramente. Piense en ello como las hojas de un árbol: desde lejos, todos se ven iguales, pero cuando se ven de cerca, cada hoja es única.

La música de Morton Feldman debe tocarse con extrema suavidad. Mantenerse dentro de esta suavidad ininterrumpida y atemporal puede crear una sensación muy poderosa de estar a solas con el silencio. Es un viaje a través de la memoria y el tiempo que nos invita a observar y experimentar el sonido y la repetición desde dentro.

“Patterns in a Chromatic Field” (escrito en 1981) es una composición típica de Feldman. Para aquellos que prefieren operar dentro del tiempo tradicional, durante una hora y media, el violonchelo y el piano se fusionan constantemente en una red hecha de módulos sonoros repetitivos, deslizándose lentamente de un mundo sonoro a otro mundo temporal. “Patterns in a Chromatic Field” no tiene principio ni fin. ¡Probablemente siempre estuvo ahí y fue descubierto de repente! Es una música que no necesita ser creada. Solamente hay que dejar que surja. En nuestro mundo occidental este concepto es difícil de entender. Nos crían y nos enseñan a hacer cosas. Sufrimos con la idea de simplemente dejar que las cosas sucedan, y dejar que sucedan naturalmente. Pero exactamente así es la música de Morton Feldman: no necesita nada, no hace nada, simplemente es como es.

No es ningún secreto que la posición del cuerpo determina sobremanera el resultado de cualquier experiencia. Al acostarse en lugar de sentarse, el cuerpo puede relajarse más rápidamente. Nuestra mente se abre y se vuelve más receptiva. Esta forma de escuchar nos permite “sumergirnos en el sonido”. Es una forma de escuchar basada más en la observación y la experimentación que en juzgar y analizar. En cierto sentido, somos parte de la instalación musical.

La música de Morton Feldman no se hará, simplemente lo es.

Wiktor Kociuban & Demetre Gamsachurdia Delirium-Ensemble